El Ejército iraquí, apoyado por la coalición internacional, ha confirmado haber recuperado el control de las instalaciones gubernamentales de Ramadi
El Ejército iraquí, apoyado por la coalición internacional, ha confirmado haber recuperado el control de las instalaciones gubernamentales de Ramadi en las que el grupo Estado islámico se instaló el pasado mes de mayo.
Tras seis días de enfrentamientos, unos 350 militantes de Daésh se han retirado de la capital de la provincia de Anbar, convirtiéndose ésta en su segunda derrota después de abandonar Tikrit en abril.
Un portavoz gubernamental ha explicado que se disponen a limpiar la ciudad de posibles grupos de combatientes yihadistas.
Daésh une Iraq y Siria intentando consolidar su llamado califato en el norte de ambos países para proceder a su expansión. Mosúl, ocupada en junio de 2013, es el siguiente objetivo del régimen sirio.
Pocas horas antes, la coalición armada Fuerzas de Siria Democrática, compuesta por kurdos, árabes y asirios y creada hace tres meses, así como el Observatorio de Derechos Humanos han confirmado haber arrebatado a Daésh la presa Tishrin. Con esta derrota, el grupo Estado Islámico pierde la comunicación de sus feudos en el norte de Alepo con su capital de facto, Raka, al quedar cortada una de las carreteras principales que cruza el río Eufrates.