Berlín se avergüenza de los episodios xenófobos vividos en Alemania el pasado fin de semana contra los refugiados. El portavoz de Angela Merkel
PUBLICIDADBerlín se avergüenza de los episodios xenófobos vividos en Alemania el pasado fin de semana contra los refugiados. El portavoz de Angela Merkel, Steffen Seibert, ha condenado este lunes con dureza el incidente del autobús de Clusnitz y el incendio del albergue Bautzen. Y ha lamentado el auge que están viviendo los grupos de ultraderecha.
“Lo que ha ocurrido en Clausnitz es una vergüenza”, decía Seibert. “Hay que ser muy cobarde para plantarse enfrente de un autobús de refugiados con mujeres y niños a bordo, bloquearlo e intimidarles. Es un consuelo saber que no todo el país es así y que hay gente que lo demuestra a diario”.
En el centro de la polémica están movimientos como el islamófobo Pegida y el partido ultraderechista Alternativa por Alemania (Afd) que colidera la controvertida Frauke Petri y que está viviendo un inesperado repunte de popularidad desde que comenzó la crisis de los refugiados. Según los últimos sondeos, en el estado de Sajonia-Anhalt, la formación de Petri podría incluso superar al socialdemócrata SPD en las próximas regionales.