Después de 55 días de bombardeos y ataques de artillería, Alepo por fin respira.
Después de 55 días de bombardeos y ataques de artillería, Alepo por fin respira.
La reciente espiral de violencia ha terminado con la vida de mas de 600 civiles y ha provocado 2.900 heridos, además de numerosos destrozos en escuelas y hospitales.
El coordinador de la asistencia humanitaria de la ONU en Siria, Jan Egeland, ve este alto el fuego como una oportunidad para que los convoys de ayuda empiecen a operar:
“Espero y rezo para que el alto el fuego se extienda y el pueblo de Alepo puede obtener el respiro que necesita. Hoy los equipos humanitarios entrarán en Afrin, en donde hay 50.000 personas. Una localidad en el norte de Alepo que no ha recibido ayuda desde hace mucho tiempo.”
Ayer el Gobierno sirio calificó la presencia de “fuerzas especiales” francesas y alemanas en dos zonas de mayoría kurda en el norte de Alepo, de “fragante violación a su soberanía”.
Sin embargo, la alianza kurdo-árabe Fuerzas de Siria Democrática (FSD)
insiste en que son expertos militares que entrenan y asesoran a estas tropas en la lucha contra el grupo Estado Islámico (EI).