Theresa May ha llegado a Francia tras su visita el miércoles a Angela Merkel en Berlín, donde se ha encontrado a un Hollande cordial pero tajante.
Theresa May ha llegado a Francia tras su visita el miércoles a Angela Merkel en Berlín, donde se ha encontrado a un Hollande cordial pero tajante. Más preocupado por el calendario del brexit que su homóloga alemana, el presidente galo ha presionado tibiamente a May con argumentos económicos.
“La incertidumbre es el mayor riesgo. Si los ciudadanos y los actores económicos ponen en duda qué vamos a hacer (…) puede haber riesgos para la estabilidad, para la economía europea y para el empleo”, ha dicho Hollande en la rueda de prensa posterior al encuentro.
Theresa May ha lanzado una batería de datos económicos para suavizar la incertidumbre y allanar el terreno de un mercado común con un Reino Unido fuera de la UE.
“El año pasado el valor de las relaciones comerciales bilaterales alcanzó los 50.000 millones de euros. Somos uno con el otro el quinto mercado exportador más importantes”, ha desgranado la nueva ‘premier’ británica.
Ha explicado que las empresas francesas emplean a 360.000 personas en Reino Unido y somos el cuarto mayor inversor en Francia. “Quiero reiterar que Reino Unido mantiene la puerta abierta a las empresas y los ciudadanos franceses y sus compatriotas europeos pueden seguir trabajando en Reino Unido”, ha concluido.
Hollande, que venía exigiendo celeridad en el trámite de divorcio entre la UE y Londres desde el referéndum, ha mostrado un tono más suave ante una May que ha vuelto a dejar claro, como ya hiciera ayer desde Berlín, que no habrá petición formal de salir del club europeo hasta finales de año.