Lo ha hecho otra vez.
Lo ha hecho otra vez. El diputado kosovar opositor, Driton Caushi, ha vuelto a tirar gas lacrimógeno en el Parlamento. En esta ocasión no en la sala principal del hemiciclo, sino en una habitación anexa donde una comisión discutía los detalles de un tratado fronterizo con Montenegro.
La misma escena se repite desde hace meses. La oposición obstaculiza los trabajos parlamentarios desde septiembre recurriendo a gas lacrimógeno, silbatos o lanzando botellas de agua para protestar contra el acuerdo con Montenegro y otro con Serbia que da más poder a los serbios en Kosovo