"Nadie vino a socorrernos"

Desesperación e impotencia son, quizás, los sentimientos más inmediatos de la población afectada por el terremoto en el centro de Italia. Los supervivientes de Accumoli cuentan lo que están viviendo.
“Nadie ha venido por ahora. Necesitamos vehículos, han precintado la zona y nos ha echado fuera, como si nada, pero nuestra gente aún está bajo los escombros”, comenta Domenico Bordo, familiar de una víctima en Accumoli.
“Salimos a la plaza y esto parecía el Infierno de Dante. La gente pedía auxilio a gritos, los equipos de rescate tardaron hora y media en llegar”, se queja Agostino Severo, residente de Roma de visita en Illica.
“Era escabroso, hubo otro temblor, todo se movía, no éramos capaces de mantenernos de pie, hubo un apagón y después nada, nadie vino a socorrernos”, explica D’Angelo, una residente de Accumoli.
“Intenté moverme en la oscuridad, no había electricidad. Cogí a mi mujer de la mano e intentamos salir de la casa, sentía los escombros bajo mis pies, rocas, pedazos de muebles desperdigados, fue muy difícil salir de la casa”, relata otro residente de Accumoli.
“Estamos esperando, por ahora, no sabemos qué hacer, es terrible, tengo 65 años y nunca había vivido algo igual”, relata Giancarlo un superviviente de Accumoli.