Una Angela Merkel bajo presión y sometida a continuas críticas ha defendido en el Bundestag su gestión de la crisis de los refugiados.
Una Angela Merkel bajo presión y sometida a continuas críticas ha defendido en el Bundestag su gestión de la crisis de los refugiados. También ha hecho un llamamiento a la unidad a las fuerzas parlamentarias frente al avance electoral del partido antieuropeo y antiinmigración Alternativa para Alemania.
“La situación es hoy mucho mejor que hace un año, aunque, por supuesto, aún queda mucho por hacer” dijo la canciller alemana, refiriéndose a la reducción del número de refugiados que llegan al país. “Un problema importante es la repatriación de las personas sin permiso para quedarse. Los ciudadanos esperan que ayudemos a los que lo necesiten, pero también que digamos a los que no tienen derecho de residencia, que se vayan de Alemania”.
El domingo pasado, el partido populista Alternativa para Alemania superó a la CDU de Merkel, colocándose como segunda fuerza política en el estado de Mecklemburgo-Antepomerania. Los sondeos auguran que esta formación podría alcanzar un 10 por ciento de los votos en las elecciones generales del próximo año, gracias, en buena medida, a su discurso antiinmigrantes y a sus críticas a la política de acogida de refugiados de Angela Merkel.