Métodos alternativos a la experimentación con animales

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Por Aurora Velez
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Biomedicina: varios laboratorios europeos experimentan diversas sustancias con tejidos microscópicos, desarrollados "in vitro". El objetivo: evitar la experimentación con animales y luchar contra enf

La biomedicina explora étodos alternativos a la experimentación con animales

En Luxemburgo, un equipo de investigadores ha creado tejido cerebral artificialmente, a partir de células madre. Los científicos de la Universidad de Luxemburgo creen que pueden empujar los límites de conocimiento de la biomedicina, sin tener que recurrir para ello a experimentos con animales.

En el laboratorio de Esch-sur-Alzette están recreando cerebros biológicos minúsculos de forma artificial con una misión específica: encontrar nuevas terapias contra el Parkinson, entre otras cosas. Jens Schwamborn, biólogo de la Universidad de Luxemburgo explica que las investigaciones se realizan a partir de células madre. “Muchas de estas células provienen de pacientes que han padecido una enfermedad determinada. Hay ciertas pruebas que demuestran que estos sistemas representan el proceso patológico de manera más realista que con animales. Por lo tanto, creemos que así, podemos remplazar los experimientos con cobayas. Y no se trata sólo de no utilizar animales sino también de ampliar las fronteras del conocimiento obteniendo resultados más significativos”, explica.

La Universidad de Luxemburgo y otros centros de investigación# europeos están comprometidos en el estudio de métodos alternativos para reducir o, idealmente, remplazar los experimentos animales en laboratorio. Estos métodos consisten en sistemas basados en técnicas “in vitro” o en modelos generados por ordenador.

En el laboratorio de Ispra, Italia, estos incipientes métodos alternativos se han homologado con vistas a su seguridad para los humanos. Por ejemplo, los científicos han confirmado que las células cerebrales “in vitro” son sensibles a sustancias tóxicas. La bióloga italiana Francesca Pistollato precisa que “a través de estos experimentos podemos ver cómo funcionan estas células y la actividad eléctrica de las neuronas. También se pueden medir los efectos tóxicos de sustancias como los pesticidas, la contaminación ambiental y los herbicidas, que afectan a la actividad eléctrica neuronal. Estos sistemas se basan en celulas humanas. Vemos “in vitro” cómo funcionan estos mecanismos insiste. Por lo tanto es un modelo alternativo a los tests con animales en el campo neurotoxicológico”.

Además de validar estos estudios, los ciéntificos del Centro de Investigación de Ispra dirigen el proceso de tests sin animales, facilitan su desarrollo de estas pruebas alternativas y proporcionan una base de datos sobre las mismas. Maurice Whelan, bioingeniero, comenta que lo que más les interesa es “el diálogo entre expertos, los intercambios que tenemos para garantizar la calidad, la veracidad y la consistencia de estos métodos; sin poner cortapisas a la innovación”.

Otro ejemplo, los científicos del “Integrated Biobank of Luxembourg” están usando piel humana artificial para estudiar si nuevas cremas cosméticas tienen efectos irritantes. Antes, parte de estos experimentos se realizaban con conejos. Pero, según Bart de Wever, presidente y director general de Atera, “la piel de los conejos es muy distinta de la humana. Desde que somos capaces de imitar piel (humana NdT.) reproduciéndola en el laboratorio, es mucho más representativo, porque es piel humana de verdad. Hemos realizado homologaciones comparando los datos obtenidos a partir de animales, con este nuevo modelo, y está totalmente justificado. Es más fiable, facilmente reproducible y probablemente, menos caro”, apostilla.

El hecho de contar con una legislación más estricta junto al rechazo social por el uso de animales como cobayas ha propiciado que se reclamen métódos alternativos más rápidos, más seguros y fiables. ¿Pero sustituirán completamente a los tests con animales? Para Maurice Whelan, bioingeniero, la cuestión va más allá: “estoy profundamente convencido de que no se trata de si los sustituirán o no, sino de ¿cúando? Estamos progresando mucho en varios frentes, aunque queda por hacer. Estas nuevas tecnologías no son simplemente para remplazar las pruebas de laboratorio con animales. Sirven de herramienta para hacer frente a la investigación de otro modo”, dice.

Aunque, según los científicos, estos nuevos métodos necesitarán la debida homologación para su uso seguro con humanos.

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