Llueven las críticas sobre Theresa May por su silencio y sus explicaciones vacuas sobre cómo se va a llevar a cabo el Brexit.
Llueven las críticas sobre Theresa May por su silencio y sus explicaciones vacuas sobre cómo se va a llevar a cabo el Brexit. En la Cámara de los Comunes, la primera ministra británica ha vuelto a capear con respuestas evasivas el temporal de preguntas de la oposición. La capacidad de May para no soltar prenda se está convirtiendo incluso en objeto de estudio al algunas universidades.
“Lo que queremos ver es cuál es el mejor acuerdo para comerciar y operar dentro del mercado único europeo, para los negocios de bienes y servicios del Reino Unido”, dijo May entre manifestaciones de aprobación de unos y abucheos de otros.
El líder laborista, Jeremy Corbyn, se burló de May por repetir como un mantra su famosa frase “Brexit significa Brexit” sin entrar en el nudo de la cuestión:
“¿Cuándo la primera ministra se olvidará de ese caótico Brexit tory y desarrollará un plan que pueda presentar a todo el país?”
El periódico británico The Guardian ha obtenido una grabación en la que May, un mes antes del referéndum, advierte a banqueros de Golman Sachs de que el Brexit provocará la salida de empresas del Reino Unido y tendrá consecuencias para la economía británica. “Creo que los argumentos económicos son evidentes. Ser parte de un mercado compuesto por una población de 500 millones es significativo para nosotros”, se la oye decir.