Benoît Hamon sorprendió a propios y extraños en enero al ganar la candidatura socialista para las presidenciales erigiéndose estandarte de una izquierda idealista y joven, opuesta a la renovación libe
Benoît Hamon sorprendió a propios y extraños en enero al ganar la candidatura socialista para las presidenciales erigiéndose estandarte de una izquierda idealista y joven, opuesta a la renovación liberal de su rival, Manuel Valls.
Muy crítico con la política de austeridad de Hollande, Hamon pretende derogar la reforma laboral que promovió el presidente. Defiende además la legalización del cannabis y una política de inmigración menos restrictiva. Pero su propuesta estrella es la de la renta básica universal para todos los franceses mayores de edad.
Forjado en las luchas estudiantiles y europarlamentario entre 2004 y 2009, Hamon entró por primera vez en el gobierno en 2012 como ministro de economía. Dos años después, Hollande le nombró ministro de Educación. Pero tras 4 meses en el cargo, dimitió descontento con la “política de austeridad” del Ejecutivo.
Al entrar en la campaña presidencial en enero, Hamon heredó un partido socialista profundamente dividido tras cinco años de gestión de Hollande y engullido por el ascenso del social-liberal Emmanuel Macron y el neocomunista Jean-Luc Mélenchon.
Pero las cosas acabaron de complicarse para el candidato de 49 años cuando varios pesos pesados del partido de la rosa, como el exprimer ministro Manuel Valls decidió apoyar al centrista Emmanuel Macron.