Portugal acelera su crecimiento al mayor ritmo desde hace una década, gracias a las exportaciones y la inversión y aprovechándose de la flexible política monetaria del euro. Entre enero y marzo pasado, el país progresó un uno por ciento respecto al trimestre anterior y un 2,8 a ritmo anual, según una primera estimación. El avance en el país se mantiene desde mediados de 2013, con una mayor velocidad ahora.
Pese a que el consumo privado se ralentiza, toman el relevo las exportaciones, el mercado inmobiliario y las inversiones extranjeras que esta dinámica atrae. Además, el sector turístico se está expandiendo. En ello, el país se beneficia del desplazamiento de turistas del sur y este del Mediterráneo hacia zonas más seguras y menos inestables políticamente. De hecho, el año pasado los ingresos por este concepto crecieron en Portugal un once por ciento hasta contabilizar un récord de 12.600 millones de euros.