Tiempos de vino y marihuana. Esta es la nueva combinación de cultivo que hacen algunos propietearios de viñedos en Oregón, al norte de California. Ya que la marihuana está permitida en este Estado estadounidense desde hace dos años para fines medicinales e incluso recientemente para su uso recreativo, algunas explotaciones vitícolas han ampliado su oferta.
Es el caso de la familia Steele, que en su parcela Cowhorn Vineyard & Garden se decidieron el año pasado a montar un invernadero de cánnabis.
“El año pasado, empezamos a cultivar treinta plantas con cinco diferentes variedades o clones”, explica Bill Steele. “Este año, vamos a llegar a cerca de sesenta”.
Eso sí, porque a nivel federal la marihuana sigue estando prohibida tienen que separar estrictamente en dos compañías y marcas diferentes la comercialización de ambos productos.
“Estamos buscando reproducir una experiencia de vino y cánnabis, es lo que se llaman ‘fiestas de vino e hierba’”, explica por su parte Barbara Steele. “Me encantaría que la calidad de la tierra de la región de Applegate pudiera suplir en igual cantidad a la industria del vino y que se convirtiera en un cultivo viable”.
Aunque no todo el mundo es favorable a esta nueva combinación en tierras tradicionalmente vinícolas. Algunas familias acusan a los aventureros de quedarse con preciosos derechos de riego y están preocupados porque el olor que parte de las macetas de marihuana pueda acabar contaminando a las uvas contiguas.