El líder opositor ruso Alexéi Navalni vuelve a los tribunales tras ser detenido el lunes en Moscú justo antes de que acudiera a la manifestación anticorrupción. Ha sido condenado a 30 días de prisión.
Querría saber por qué me detuvieron. Estaba de camino a una cafetería para comprarme un café. Un policía dijo "ven conmigo"
Residente en Moscú
El opositor quiere presentarse a las elecciones presidenciales del año que viene, a pesar de haber sido inhabilitado por la justicia.
En Moscú y San Petersburgo cerca de 2000 personas fueron detenidas en las protestas consideradas ilegales por las autoridades. Según la agencia Reuters, los antidisturbios que rodeaban las protestas realizaron detenciones incluso en la salida de los transportes públicos:
“Querría saber por qué me detuvieron. Estaba de camino a una cafetería para comprarme un café. Un policía dijo ‘ven conmigo’. Yo le respondí ‘estoy de camino a una cafetería para ver a mi novia’” Pero me dijo que tenía que acompañarle. Querría saber cómo justifican mi detención”, dice este residente en Moscú.
“Lo mismo me pasó a mí. No había andado ni 10 metros tras salir de una estación de metro cuando sentí que un policía me agarraba”, comenta este otro.
En San Petersburgo se podían ver casi los mismos eslóganes que en el resto de ciudades: “Rusia sin Putin, Rusia libre”. También en la segunda ciudad del país se detuvo a decenas de manifestantes. En las últimas protestas apoyadas por Navalni, en marzo, se detuvo a más de mil personas. Las protestas buscan presionar al presidente Putin, que lleva 17 años en el poder y busca su reelección el año que viene.
La administración estadounidense ha criticado los arrestos, señalando que la detención de manifestantes pacíficos viola las convenciones de Derechos Humanos.