El presidente estadounidense ha dado su apoyo este miércoles al proyecto presentado por dos senadores republicanos, que reduciría considerablemente la inmigración legal en el país. Hasta un 50% en la próxima década, según sus promotores.
Bautizado como Ley de Reforma de la Inmigración Estadounidense para un Empleo Fuerte, tendrá un sistema de puntos:
“Este proceso competitivo beneficiará a los aspirantes que hablen inglés, puedan mantenerse financieramente ellos mismos y a sus familias, y contribuyan a nuestra economía”, dijo.
Además, se eliminaría el sorteo de la green-card o permiso de residencia por el que se dan 50.000 visas al año. También se reduciría a más de la mitad el número de refugiados admitidos, que pasaría de 110.000 a 50.000 y los nuevos ciudadanos no podrán patrocinar a sus familiares, a no ser que sean hijos o cónyuges.