Las catástrofes naturales siempre descubren a héroes anónimos y el huracán Harvey no ha sido una excepción. Junto a los equipos de emergencia desplazados a Houston, han sido ciudadanos los que han ayudado a sus vecinos a salir del aprieto. Simon Munford dejó a su mujer y a su hijo en un lugar seguro y se puso al servicio de su comunidad: “Empecé a coger a diferentes vecinos y a llevarlos al segundo piso. Teníamos unas once personas, seis perros y dos gatos. Una especie de arca de Noé durante las últimas siete u ocho horas”.
El peor huracán de los últimos cincuenta años en Texas ha obligado a rescatar a unas dos mil personas solo en Houston. Este lunes las autoridades han ordenado que aeropuertos, escuelas y edificios oficiales de la ciudad permanezcan cerrados. Cincuenta y cuatro condados del estado han sido declarados zonas catastróficas y está previsto que se sumen mil efectivos de la Guardia Nacional para hacer frente a las inundaciones.