Desde su despacho del Elíseo, el presidente francés Emmanuel Macron firmó por decreto ley la polémica reforma del mercado laboral el día después de una nueva manifestación en contra. Respaldado por la ministra de Trabajo Muriel Penicaud y el portavoz del Gobierno Christophe Castaner, Macron rubricó un total de cinco decretos sin necesidad de pasar por el trámite parlamentario habitual. Y en su intención de transformar lo más rápido posible el país, en los primeros meses de su mandato. Han pasado tres meses escasos desde se produjeran las primera reuniones con los sindicatos y hubiera una discusión en el Parlamento.
“Nunca antes se había hecho una reforma de tal amplitud desde el principio de la V República”, aseguró Macron. “Y nunca una reforma se hizo en tan pocos meses. Durante este tiempo, se han producido decenas de horas de debate parlamentario: 80 en total. Y más de trescientas de concertación con el conjunto de los actores sociales (para refundar la filosofía de nuestro derecho laboral y su espíritu. Con efectos profundamente estructurantes sobre el empleo y, en particular, para los más jóvenes y los menos cualificados”.
De hecho, han pasado tres meses escasos desde la primera de las reuniones con los sindicatos y una discusión en el Parlamento. El jueves se celebró la segunda huelga de septiembre en contra de la reforma laboral(, convocada por la CGT). Pero su seguimiento, con 132.000 manifestantes según la policía, fue menor que en la primera. Un elemento que ha aprovechado Macron. Así como la ausencia de una oposición fuerte, excepto la izquierda de la Francia Insumisa que se vuelve a manifestar este sábado en París.