Tres israelíes han muerto y un cuarto ha resultado gravemente herido este martes por la mañana en un asentamiento en Cisjordania, cerca de Jerusalén.
Según fuentes policiales, el atacante, un hombre palestino, entró en el asentamiento de Har Adar por una puerta secundaria con un grupo de trabajadores. Después disparó contra las fuerzas del orden que allí se encontraban.
El atacante, residente de la localidad de Beit Surik, en el norte de Cisjordania, tenía un permiso de trabajo.
Según un portavoz del movimiento palestino Hamás, se trata de un nuevo capítulo en la Intifada de Al Aqsa.
Para los servicios de seguridad israelíes se trata de un caso inusual ya que en los dos últimos años solo se ha producido un incidente similar, es decir, que el atacante tuviese un permiso para trabajar en Israel.