Carles Puigdemont hace su primera aparición en público tras la fugaz declaración de independencia del pasado martes. Y lo hace en un acto altamente simbólico en homenaje a Lluís Companys, fusilado hace 77 años, y considerado héroe independentista y mártir del franquismo.
Aunque el tiempo apremia, el presidente de la Generalitat no ha entrado en detalles sobre cómo responderá este lunes al requerimiento del Gobierno central.
“En nombre del gobierno y de mí mismo, quiero reiterar nuestro compromiso con la paz, la civilidad, la serenidad y también la firmeza y la democracia como la inspiración para las decisiones que tenemos que tomar”.
Pero los ánimos estaban caldeados desde la pasada semana, cuando el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, comparó a Companys con Puigdemont, diciendo que podría acabar como él.
“La figura de Companys no ha recibido el trato digno del Estado que merece, por el contrario, el partido que gobierna España continúa menoscabando ese crimen mientras respalda a quienes levantan el brazo fascista en manifestaciones con total impunidad”.
El lunes Puigdemont tendrá que confirmar si declaró la independencia o no. La respuesta puede suponer la suspensión del autogobierno de Cataluña.
Si Puigdemont decide dar el paso, el bloqueo institucional sería inmediato y la Moncloa podría anular el estatuto de autonomía que pronto cumplirá 40 años.