Una causa de la dislexia podría estar en los ojos.
Es la conclusión a la que han llegado dos científicos franceses de la Universidad de Rennes.
Guy Ropars y Albert Le Floch esperan con su hallazgo poder facilitar el diagnóstico y combatir los efectos de este trastorno que afecta a 700 millones de personas.
Según su trabajo, el origen anatómico de la dislexia se encuentra en la fóvea, una minúscula fosa de la retina utilizada para fijar la vista en un punto.
Las fóveas de las personas no disléxicas tienen distinta forma en cada ojo, una es redonda y otra irregular. Lo que hace el cerebro entonces es elegir la visión del ojo dominante.
Pero en los ojos de los disléxicos, según este informe, ambas hendiduras son iguales, lo que le confunde, creando imágenes espejo entre las que es incapaz de elegir.
Pero ambas imágenes llegan al cerebro con una diferencia de diez milésimas de segundo.
Ropars y Le Floch han desarrollado una lámpara led estroboscópica que borra la imagen espejo.
Estos científicos aconsejan, en cualquier caso, que su estudio, publicado este miércoles en una revista especializada británica, sea tomado con prudencia.