La participación fue más baja que en las anteriores: Unas 5.500 personas, según el Gobierno francés, mientras que el sindicato CGT, el segundo mayor del país y organizador de la marcha, elevó la cifra a 25.000.
También hubo manifestaciones en otras ciudades francesas como Marsella, Toulouse o Lyon.
El presidente francés, Emmanuel Macron busca con esta reforma reducir el paro y dar mayor flexibilidad al mercado laboral, mientras que los sindicatos critican que facilita el despido, entre otras cosas.