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Portugal no sale de su asombro después de que el tribunal de Relación de Oporto haya justificado la agresión a una mujer por adúltera.
La víctima fue maltratada no por uno, sino por dos hombres, su exmarido y su examante, que incluso la golpearon con un mazo con clavos. Una brutalidad que el tribunal de Oporto justifica en una sentencia en la que dice, literalmente, que “el adulterio es un gravísimo atentado a la honra y a la dignidad del hombre”, que “existen sociedades en las que la mujer adúltera es lapidada”, y que “en la Biblia se puede leer que que la mujer adúltera debe ser castigada con la muerte”. Junto a estos argumentos, el tribunal saca a colación otros textos del Código Penal de 1886 para dejar en suspenso las penas de cárcel contra los dos hombres, ratificando así la decisión tomada antes, en el mismo sentido, por otro tribunal portugués.
La sentencia ha sido duramente atacada por entidades judiciales, pero sobre todo por organizaciones feministas, como la Unión de Mujeres Alternativa y Respuesta, que la considera el reflejo de la mentalidad “patriarcal, machista y sexista” que todavía existe en parte de la sociedad portuguesa.