La polémica “guerra contra las drogas” del presidente filipino, Rodrigo Duterte, pone a Donald Trump contra las cuerdas, durante la Cumbre de la ASEAN que se celebra en Manila.
WATCH: Presidents Rodrigo Duterte and Donald Trump meet at the ASEAN gala dinner in Pasay City. pic.twitter.com/FIHGtpYfNL
— Michael Joe Delizo (@michael_delizo) November 12, 2017
Amnistía Internacional, entre otros, ya ha pedido al presidente estadounidense que aproveche esta reunión con su homólogo filipino para exigirle que ponga fin a los supuestos abusos contra los derechos humanos.
Desde que Duterte comenzó su mandato hace apenas un año y medio, han muerto más de 6000 personas; de ellas casi 4.000, sospechosos abatidos por la policía, según datos oficiales.
El mandatario que, recientemente, se jactó de haber matado a un joven cuando tenía 16 años ha asegurado a los medios que Trump “no puede atribuirle asesinatos extrajudiciales”, sobre todo, porque en mayo elogió la eficacia de su campaña contra las drogas.
La oposición a Duterte cree que el presidetente estadounidense debería aclarar este asunto, mientras que desde la Casa Blanca, opinan que si Trump toca el tema, lo hará de manera extraoficial.
El portavoz de la Presidencia filipina, Harry Roque, ve poco probable que se hable de ello:
“ Trump ya ha expresado su aprobación y no veo porqué lo va a criticar ahora de repente”.
Duterte ganó holgadamente los comicios presidenciales con la promesa de acabar con la droga y la delincuencia en los primeros seis meses de mandato, y desde entonces ha instado en numerosas ocasiones a la Policía a matar a narcotraficantes y consumidores de drogas.