No se fían. Cientos de miles de refugiados del pueblo rohinyá que permanecen en campos de acogida en Bangladés muestran su escepticismo ante la posibilidad de poder regresar a Birmania en breve.
"No confío en el gobierno de Birmania. Mi marido tuvo que abandonar el país en yres ocasiones y yo un par de veces. El gobierno birmano no cambia su forma de actuar", afirma esta refugiada.
"Volveremos a nuestro país si se cumplen nuestras peticiones. Entre otras cosas, queremos que se nos otorgue la ciudadanía birmana y también pretendemos que nos devuelvan nuestras tierras", señala este otro rohinyá que llegó al campo de Cox's Bazar hace un par de semanas.
"Volveremos si no nos hostigan y si podemos vivir en las mismas condiciones en las que lo hacen los budistas y otros miembros de minorías étnicas", concluye este último rohinyá que abandonó Birmania para buscar refugio en terreno bangladesí, hace ahora un par de meses.