Irlanda ha esquivado in extremis el estallido de una crisis política de consecuencias impredecibles. Implicada en un escándalo, la viceprimera ministra ha presentado su dimisión para evitar la convocatoria de elecciones anticipadas en el peor de los momentos: en plenas negociaciones sobre el brexit.
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Irlanda evita in extremis la celebración de unas elecciones anticipadas que nadie desea. La viceprimera ministra, Frances Fitzgerald, ha presentado su dimisión tras verse implicada en un sonado escándalo de corrupción en el seno de las fuerzas del orden. El Fianna Fáil, que a pesar de estar en la oposición apoyo con sus votos al gobierno en minoría había amenazado con dejarlo caer y forzar la celebración de comicios en diciembre si no lo hacía:
- "Hay muchas personas en el parlamento que ya no confían en ella", explicaba el líder de la oposición, Micheal Martin. "Que renuncie. No queremos elecciones generales".
Los mensajes emitidos desde la cuenta de Twitter del Fianna Fáil tras el anuncio de dimisión dan testimonio de la satisfacción y el alivio que supone para esta formación la decisión de Fitzgerald: "La responsabilidad democrática es el fundamento de nuestra democracia parlamentaria. Durante las últimas semanas, se había, tristemente, perdido". En otro, reconoce que ha sido un día difícil para el Gobierno y para la viceprimera ministra, pero se afirma que "ha tomado la decisión correcta".
El agravamiento de la crisis política podría desestabilizar la posición de Irlanda en plenas negociaciones sobre el brexit. En diciembre, Dublín debe comunicar al resto de socios europeos si cree que se han logrado avances suficientes en el espinoso asunto de la frontera con Irlanda del Norte, una de las condiciones exigidas por Bruselas para que las negociaciones de divorcio con Londres pasen a una segunda fase.
La propia viceprimera ministra ha colgado en internet la declaración de renuncia al cargo y sus alegaciones.