Rusia rechaza nuevas sanciones contra Corea del Norte

El lanzamiento del último misil norcoreano provoca una nueva tormenta en la diplomacia internacional. El Kremlin tiene claro que la solución no pasa por estrechar el cerco sobre Piongyang, sino por una fórmula para encontrar una solución.
El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, cree que las acciones de Washington suponen provocaciones: "Hemos recalcado en muchas ocasiones que el régimen de sanciones se ha agotado. Y que todas las resoluciones en las que había sanciones incluían la obligación de renovar el proceso político. Y es este requerimiento el que ha sido ignorado por completo por parte del lado estadounidense. Creo que es un gran error."
En la reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU, la embajadora estadounidense amenazó con destruir al régimen norcoreano en caso de una guerra Por su parte, Donald Trump no ha obtenido respuesta de su homólogo chino tras la petición a Pekín de que corte el suministro de petroleo a su protegido.
"En mi opinión Estados Unidos ya ha estudiado en secreto la posibilidad de un ataque preventivo que destruya todos los sitios nucleares de Corea del Norte. Pero en primer lugar no están seguros de que puedan acabar con todos de una vez y además Corea del Norte podría emprender represalias terribles contra Corea del Sur y sobre todo contra Seúl, que está muy cerca. Lo más posible es que el mundo acepte que hay un país, Corea del Norte, que ha conseguido ser nuclear como otros dos o tres países sin formar parte de aquellos a los que les está permitido por el tratado. Así que nos acostumbraremos, habrá declaraciones muy duras, pero sin consecuencias prácticas", explica Hubert Vedrine, ex ministro francés de Exteriores.
Con su último desafío este miércoles, Kim Jong-un mostró al mundo un nuevo misil intercontinental, de mayores dimensiones y que alcanzó una altura máxima de casi 4.500 kilómetros, la mayor lograda por un proyectil norcoreano. El impactó final fue en el mar de Japón.