Oriol Junqueras, una historia de éxitos, fracasos y frustraciones

Oriol Junqueras pronosticó que el nacimiento de su segundo hijo coincidiría con el del Estado catalán. La primera parte de su sueño se cumplió en 2015, dos años más tarde, su intento de materializar la segunda le llevó directamente a prisión.
Doctor en Historia del Pensamiento Económico, la trayectoria política del líder de Esquerra Republicana de Catalunya está marcada por un sentimiento de frustración que ha sobrellevado con resignación cristiana. Convertir a su formación de izquierda independentista en la más votada, no le sirvió para colocarse al frente del Govern.
A la sombra de Carles Puigdemont, sus previsiones como vicepresident del Govern y conseller de Economía fueron desastrosas: vaticinó que no habría una fuga de empresas de Cataluña y ya han huido más de 3.000. Tampoco su cercanía a la Iglesia Católica catalana le sirvió para obtener la mediación del Vaticano. El papa Francisco, dicen, no comulga con un independentismo que considera marcadamente insolidario.
Desde la cárcel de Estremera, ha visto con impotencia como Junts per Catalunya, la formación del expresidente Puigdemont, le comía terreno día tras día en la campaña electoral. Hace unos días estalló y arremetió veladamente contra el expresidente catalán durante una revista radiofónica: "estoy en prisión", dijo, "porque no me escondo de lo que hago".