La noticia ha dejado helados a muchos catalanes. Miles se han echado a las calles para protestar, otros no lo han hecho, pero lo consideran un agravio más al pueblo catalán. Muy pocos se atreven a alegrarse públicamente de la suerte del expresidente autonómico.
La noticia de la detención de Puigdemont dejó helados a muchos catalanes... Antes de que miles de personas se echaran a las calles para protestar, pudimos acercamos a Barcelona para recabar la opinión de algunos ciudadanos:
"Es demasiado intrusismo por parte del Gobierno central. Ya están humillando", decía una vecina de la Ciudad Condal.
"Todos los inputs negativos que vamos cogiendo nos ayudan a unirnos a toda la sociedad un poco más. Y si este líder no puede ser, pues ya aparecerá otro. Es un movimiento del pueblo, no de una persona", afirmaba otro vecino de la ciudad.
"Somos 2 millones de personas que no tienen un bando, pero que estamos indignados y que no nos sentiremos españoles porque encarcelen a Carles Puigdemont, lo que conseguirán será el efecto contrario", sentenciaba una mujer que paseaba con sus hijas.