Miles de personas se congregaron el domingo en Ereván, la capital de Armenia, para exigir la liberación de Nikol Pashinián, el líder del movimiento antigubernamental que agita el país desde hace diez días.
La crisis política en Armenia entró el domingo en una nueva etapa. Miles de personas se congregaron en la plaza de la república de Ereván, donde se encuentra la sede del Gobierno armenio, para protestar por la detención de Nikol Pachinian, el hombre que desde hace diez días lidera las protestas antigubernamentales.
Pachinian fue detenido el domingo por la mañana junto a dos miembros de su equipo. Las fuerzas del orden dispararon granadas aturdidoras y de humo para disolver uno de sus mítines y arrestar al líder opositor, que antes había mantenido una crispada reunión de solo tres minutos con el primer ministro, Serge Sargsián.
Pachinian ha declarado el inicio de una "revolución de terciopelo" en el país con el objetivo de derrocar al recién elegido primer ministro, que antes fue presidente de Armenia durante diez años, y al que acusa de estar tomando medidas para perpetuarse en el poder.
A lo largo del día fueron detenidos más de 280 manifestantes y hubo numerosos heridos. Al menos siete personas fueron hospitalizadas.
Este lunes por la mañana, un grupo de uniformados se ha unido a las protestas. El Ministerio de Defensa ha publicado un comunicado en el que promete sanciones para los militares.
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