El primer ministro húngaro se reunió el miércoles con los líderes de partido popular europeo. Pero nada a trascendido del encuentro. Un secretismo que responde a la tensión creciente en el seno del grupo en torno a la conveniencia de echar o no al partido de Orban.
Nada a trascendido sobre la visita del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, a Bruselas.
No hay imágenes, ni comunicados. El secretismo es total entre los miembros del Partido Popular Europeo que el miércoles se reunieron con él. A saber, Joseph Daul y Mandred Weber.
El líder del grupo en la Eurocámara eludió las preguntas de Euronews. "Acordamos que no haríamos declaraciones al respecto", sentenció Weber. Y ante la insistencia del periodista para conocer el motivo del encuentro, optó por marcharse. "¿Podemos irnos? He dicho que no haríamos declaraciones, por favor, respételo".
Según Orbán, en la reunión se habló de cómo puede contribuir al éxito de los populares en las próximas elecciones europeas. Su partido, Fidesz, forma parte del grupo en la Eurocámara. Pero cada vez más voces se sienten incómodos con su presencia y denuncian la deriva anti-democrática del gobierno húngaro.