El ataque tuvo lugar el 4 de febrero en la localidad de Saraqib, donde once personas fueron tratadas por síntomas de intoxicación química.
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas ha confirmado este miércoles el uso de gas cloro como arma química en el ataque del 4 de febrero en la provincia siria de Idlib.
El organismo no dijo quién estaba detrás del ataque, aunque testigos aseguraron a los investigadores de la OPAQ que las armas fueron arrojadas en bombas de barril desde helicópteros, que solo posee el Ejército sirio.
El ataque tuvo lugar en Saraqib, localidad controlada por los rebeldes, y más de diez personas fueron tratadas por síntomas de intoxicación química.
La OPAQ también investiga otro presunto ataque químico en abril en Duma, cerca de Damasco, que mató a cerca de 70 personas y centenares resultaron heridas. Un suceso que provocó la reacción de Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, que bombardearon instalaciones del régimen sirio.