Los ministros de Asuntos Exteriores justifican sin embargo la campaña liderada por Estados Unidos al afirmar que era para evitar el uso de armas químicas
La Unión Europea ha evitado apoyar explícitamente los bombardeos contra el régimen sirio que el pasado sábado lideró Estados Unidos y que contó con la colaboración de Francia y Reino Unido.
Pero los ha respaldado implícitamente al indicar que los entiende ya que su objetivo era evitar el uso de armas químicas.
Los ministros de Asuntos Exteriores reunidos en Luxemburgo han publicado un comunicado muy medido que responde a la diversidad de puntos de vista y al hecho de que dos estados miembro participaron en la operación.
Bruselas ha insistido en que hay que apostar por la vida de la negociación y la jefa de la diplomacia europea ha solicitado que se relance el proceso de paz de la ONU. "La única manera de poner fin al sufrimiento y a la muerte de tantos sirios, y la única forma de evitar que la crisis siria se convierta en un enfrentamiento regional o mundial más amplio es presionar a las partes y especialmente al régimen sirio para que acuda a Ginebra con una voluntad sincera de negociar", ha dicho Federica Mogherini.
El ataque no ha servido para cambiar la relación de fuerzas sobre el terreno. Pero sí para aumentar la tensión con Moscú y Teherán, los aliados de Al-Assad. Aunque según explican algunos expertos, se ha evitado la escalada .
"Rusia había sido advertida y había puesto su personal a cubierto. Así pues cabe esperar que estos ataques, que en ningún caso se pueden considerar como una agresión contra Rusia y ni siquiera contra el régimen de al-Assad, puedan servir para decir que ha llegado el momento de hablar de política y de buscar una solución del conflicto", concluye Marc Pierini, Carnegie Europe.