Las caídas en las bolsas española e italiana el martes desempolvaron los fantasmas de la crisis de 2012 en la que el sur de Europa se vio fuertemente abatido por la recesión de la Eurozona e hicieron saltar las alarmas sobre si se está gestando "la tormenta perfecta".
PUBLICIDADLas caídas en las bolsas española e italiana el martes desempolvaron los fantasmas de la crisis de 2012, en la que el sur de Europa se vio fuertemente abatido por la recesión de la Eurozona, e hicieron saltar las alarmas sobre si se estaba gestando "la tormenta perfecta".
Mientras que The Wall Street Journal escribía que la preocupación por inestabilidad política en Italia y España se apoderaba de los mercados, provocando caídas en las acciones, el euro y grandes movimientos en los mercados de bonos, Bloomberg señalaba que ver cómo subían las primas de riego italiana y española "evocó recuerdos del contagio euro-regional para muchos inversores".
Ante esta situación algunos medios financieros volvieron a invocar en sus titulares el apelativo PIGS, un acrónimo peyorativo en inglés que engloba las iniciales de Portugal, Italia Grecia y España, acuñado ante la ansiedad que los altos niveles de deuda de estos países generó en los mercados europeos en 2010.
"No es inconcebible que Italia, España o Grecia vayan todos a las urnas en los próximos meses", tuiteó el periodista Jeremy Cliffe, columnista en The Economist. "Tres países con muy diferentes problemas económicos, englobados en el poco útil título epígrafe: sur de Europa".
Jorge Lage, analista de CM Capital Markets, resta importancia al factor regional y a los titulares."Se ha juntado una evolución muy positiva de la renta variable en los últimos meses, que ha hecho que haya una cierta sobrecompra en el mercado, por lo que es más fácil que las noticias negativas tengan un calado mayor", indica a Euronews.
El euroescepticismo italiano, el origen de la crisis
En España, algunos medios han señalado la moción de censura contra el gobierno de Mariano Rajoy como el causante de la caída del Ibex-35, pero para Nicolás López, director de Análisis en M&G Valores AV, la situación italiana ha sido la verdadera desencadenante.
"La posibilidad de que en España pueda haber elecciones en los próximos meses añade cierta incertidumbre pero en ningún caso se puede llegar a la formación de un gobierno anti-euro como es el caso en Italia", explica López, quien indica que el principal problema para los mercados es que Italia desafíe la integración europea, "en particular al compromiso de estabilidad presupuestaria a cambio de la actuación del Banco Central Europeo (BCE) como garante de la estabilidad financiera".
Lage concuerda en que la situación en Italia es más inestable que la española y dice que esto se puede observar en un medidor muy claro: la prima de riesgo, que en Italia es casi el doble que en España. Además cree que se trataría de una circunstancia puntual y que no debería extenderse demasiado.
"De momento el contagio en los bonos es limitado con la prima de riesgo en España y Portugal en niveles moderados en los que se ha movido habitualmente en los dos últimos años", precisa López. "No creo que los inversores piensen que la situación de Italia pueda repetirse en otros países, ya que ni en España ni en Portugal existe una amenaza populista como en Italia".
2018 no es 2012
Respecto a las amenazas de que se repita la crisis de 2012, López asegura que la situación no es comparable, puesto que entonces el escenario era más complejo debido a la severa recesión, la delicada situación del sistema bancario y a que el BCE no ejercía como comprador a última instancia. "Ahora los mercados saben que el BCE no va a permitir que se hundan los bonos de países que están cumpliendo con sus objetivos presupuestarios y los propios inversores lo saben y no van a caer en el miedo a una quiebra de los países", explica.
"La única posibilidad es que Italia llegue al extremo de declararse en 'default' o algo así pero me parece imposible que lleguen a ese extremo".