Pulso de acero entre la UE y Estados Unidos

"Este es un mal día para el comercio mundial". Con esa frase lapidaria el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker definió el jueves el estado de ánimo, no solo en Europa, sino en el mundo, a raíz de la decisión de Donald Trump de imponer a sus aliados, en especial a la UE, sus aranceles sobre el acero y el aluminio.
El bloque comunitario ya ha dicho que este mismo viernes dará a conocer las medidas de represalia con las que reponderá a Estados Unidos en esta inédita guerra del acero. La primera de ellas, una denuncia ante la Organización Mundial del Comercio, para que diga si los aranceles suponen una violación de sus norma.
La UE presentará una denuncia ante la OMC y responderá con medidas "proporcionadas"
"De forma inmediata vamos a presentar una denuncia ante la OMC -señaló Juncker-. Lo que ellos hacen, nosotros también lo podemos hacer. Es totalmente inaceptable que un país pueda imponer unilaterlamente medidas cuando se trata de comercio".
La segunda represalia será la imposición de aranceles a productos estadounidenses por un volumen equivalente a las tasas impuestas por Estados Unidos, unos 6.400 millones de euros. Las medidas afectarán, sobre todo, a artículos de fuerte valor simbólico como las motos Harley Davidson, textiles, tabaco o alimentos como el maíz dulce, además de exportaciones estadounidenses de productos de acero y aluminio.
La industria metalúrgica europea, un sector sensible
Washington ha golpeado a una industria, la metalúrgica, que en la Unión Europeo da empleo a 320.000 personas y que genera, cada día, alrededor de 170 millones de toneladas de acero en 500 puntos de producción.
Solo el año pasado, el bloque comunitario exportó a Estados Unidos 4,9 millones de toneladas de acero. Así pues, los aranceles podrían ser el inicio de una devastadora escalada para la economía mundial.