Penka, la vaca condenada a muerte por no saber de fronteras

Vamos a contarles la historia de Penka, una vaca búlgara, condenada a muerte por clandestina y aventurera. Sus problemas comenzaron cuando decidió cruzar a Serbia buscando, tal vez, pastos más verdes. Nadie la detuvo entonces, pero sí cuando, la muy bellaca, trató de volver a entrar en territorio comunitario sin tener los papeles en regla.
Ivan Haralampiev, propietario de Penka:
"Cruzó la frontera por el paso fronterizo y ni la policía ni los aduaneros hicieron nada. Así que entró en Serbia", asegura su dueño, que está moviendo cielo y tierra para salvar la vida del animal.
Un agricultor serbio identificó a la vaca y se la devolvió a su dueño. Pero este gesto de buen vecino ha dado pie a una situación esperpéntica, pues a Penka la consideran ahora una res importada ilegalmente desde fuera de la Unión Europea y, por tanto, según las leyes, debe ser sacrificada.
Los búlgaros piden clemencia para su vaca, que además de ilegal ha entrado en la Unión Europea llevando un polizón, pues está preñada de seis meses.