Rusia está involucrada en múltiples conflictos internacionales: desde la anexión de Crimea hasta el caso Skripal.
Pocas veces un país anfitrión de la Copa del Mundo se ha encontrado en una situación tan controvertida como la de Rusia en estos momentos. El país es objeto de sanciones internacionales por la anexión de Crimea y es protagonista de la injerencia en las elecciones estadounidenses, la guerra en Siria y el caso Skripal.
El presidente ruso, Vladímir Putin, quiere dejar los conflictos a un lado para que los aficionados disfruten de esta fiesta del fútbol:
"Rusia va a acoger el Mundial. El principal objetivo y el más importante para nosotros es que salga todo bien y que sea un gran evento para millones de personas de todo el mundo".
Tampoco hay que olvidar el conflicto en el Este de Ucrania. Hace unas semanas, equipos de investigación afirmaron que el vuelo MH17 de Malaysia Airlines fue derribado por un sistema de misiles aéreos que pertenecían a una unidad rusa.
"Si de verdad el Gobierno ruso desea mejorar su reputación en todo el mundo no debería involucrarse en conflictos militares en el este de Ucrania o en Siria, no debería haber interferido en las elecciones presidenciales de Estados Unidos o dejar que ocurriera el caso Skripal. Todo esto impide cualquier intento de mejorar nuestra imagen en el mundo", decía el opositor Dmitri Gudkov.
Putin ganó con un apoyo masivo las elecciones presidenciales de marzo, a pesar de que el país se resiente aún de la recesión económica, provocada por las sanciones impuestas por Occidente y la bajada del precio del petróleo.
"La Copa del Mundo hace aumente la aprobación a Putin, porque a la mayoría de la gente le gusta el fútbol, Por lo menos internamente Putin solo tiene una amenaza. Que Dios quiera que nadie lo arruine, eso sería un fuerte golpe para él", decía el analista político, Dmitri Oreshkin.
Según Putin el Mundial dará un fuerte impulso económico a Rusia para los próximos años.
El presidente ruso presidirá el partido de inauguración que jugará su país contra Arabia Saudí el 14 de junio.