Es lo que estiman cuatro de los siete magistrados del Tribunal Supremo británico ante el recurso de la Comisión de Derechos Humanos de la autonomía, que pide una apertura de la legislación.
La ley del aborto de Irlanda del Norte es incompatible con la convención europea de Derechos Humanos.
Lo han declarado cuatro de los siete jueces del Tribunal Supremo británico, ante el recurso presentado por la Comisión de Derechos Humanos de esta autonomía, que solicitaba permitir la interrupción del embarazo en casos de violación, incesto o anomalías en el feto. Actualmente solo se admite por riesgo de la vida de la madre.
Cuatro magistrados -no el mismo grupo antes citado- han considerado, sin embargo, que esta comisión no tiene competencias para tratar la cuestión.
Por todo ello, el Tribunal ha concluido que no puede realizar una declaración formal sobre dicha incompatibilidad. A pesar de ello grupos proabortistas aseguran que la decisión es trascendental para un cambio en la ley.
Hace tan solo unos días, los irlandeses aprobaban en referéndum la despenalización del aborto.