La primera ministra británica logró contener la subversión en las filas de su partido en una votación clave para la ley del "brexit", por segunda vez en apenas una semana
Theresa May evita la rebelión entre los conservadores. La primera ministra británica logró contener la subversión en las filas de su partido en una votación clave para la ley del "brexit", por segunda vez en apenas una semana. Así, la Cámara de los Comunes rechazó por un estrecho margen una enmienda que otorgaba al Parlamento las riendas de las negociaciones con Bruselas en caso de que al acercarse el 29 de marzo de 2019, el Gobierno no haya llegado a un acuerdo con la Unión Europea. Un grupo de diputados conservadores amenazaba con respaldar la cláusula introducida por la Cámara de los Lores. Sin embargo, ante las concesiones otorgadas por el Gobierno, como ocurrió el pasado 13 de junio con una enmienda en términos similares, dieron marcha atrás apenas unos minutos antes la votación. Al final, un margen de 16 votos permitió a May saldar con éxito su difícil compromiso.