La calle Nikolskaya en Moscú se ha convertido en el centro neurálgico de los aficionados al fútbol. Todos se reúnen allí para disfrutar de la fiesta del Mundial de Rusia 2018
La calle Nikolskaya en Moscú se ha convertido en el centro neurálgico de los aficionados al fútbol. Todos se reúnen allí para disfrutar de la fiesta del Mundial. En la clasificación de aficiones que crean más ambiente, destaca la de Argentina, un país que vive por y para el fútbol.
"Estoy muy emocionado. Tenemos que ganar el partido contra Croacia. Estoy nervioso porque es un rival muy duro pero somos los mejores. Venceremos y pasaremos a la siguiente ronda", declara este argentino.
"Pasamos por varios países antes de llegar aquí e hicimos un gran esfuerzo dejando atrás nuestro trabajo y a la familia pero el fútbol es nuestra vida", añade otro.
Mexicanos, colombianos, brasileños... sin duda, los seguidores llegados desde el otro lado del Atlántico son los que más ambiente crean estos días en el país organizador del Mundial.
El amor por el balón no entiende de diferencias culturales ni raciales. Pese a hablar diferentes idiomas, el lenguaje futbolístico es universal a la hora de disfrutar de un marco incomparable.
"La ciudad es muy bonita. Lo estamos pasado muy bien. ¡Viva Argentina!", exclaman dos aficionados argentinos.
"Por la noche cantan y por el día hacen turismo. Los temores sobre el comportamiento peligroso de los aficionados no han sido confirmados por el momento. Los ultras están bajo control", afirma la corresponsal de euronews en Moscú, Galina Polonskaya.