Erdogan contra todos en las presidenciales turcas

Las elecciones dobles turcas llevan la indeleble firma del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Él y su partido, el AKP, han estado en el poder en los últimos 16 años. La idea de Erdogan de arrogarse un poder casi absoluto le fue dada gracias a la aprobación de la reforma constitucional que convertía Turquía en un régimen presidencialista. Erdogan, confiado en su carisma, pretende ser un presidente que, por la cantidad de poder, no tendrá parangón en la historia del país.
Para estas elecciones dobles, que también renuevan el legislativo, se ha aliado con el ultranacionalista MHP, cuyo líder Devlet Bahçeli, ha bendecido al líder islamista. Erdogan es el candidato único de esta alianza.
Por otro lado la oposión, encabezada por el CHP, secularista y fundado por Ataturk, el padre de la patria, lidera una coalición de tres fuerzas políticas que acuden separadas a las presidenciales.
Muharrem Ince, el candidato del CHP, es el mayor competidor de Erdogan en las presidenciales, y el que tiene más posibilidades de pasar a una eventual segunda vuelta el 8 de julio.
La liberal nacionalista Meral Akşener, cuyo partido Iyi entra en la coalición, es considerada una candidata que tendría posibilidades contra Erdogan si llegara esa segunda vuelta.
El islamista Temel Karamololaoğlu, líder del partido de la felicidad, completa la terna de candidatos de la coalición opositora.
Por último el HDP, el kurdo, hostigado sin cuartel por el estado turco, con su líder Selahattin Demirtas en la cárcel, tiene la esperanza de poder emular su mejor resultado y superar el 10% de votos necesarios para entrar en el cámara, lo que tendría el efecto colateral de romper una posible mayoría absoluta del AKP.