Cientos de miles de salmones tratados con altas dosis de antibióticos han escapado de un criadero en Chile. Pescadores locales capturan y venden los peces, pese a que no son aptos para el consumo. Greenpeace alerta de un posible desastre ambiental de graves consecuenicas.
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En Chile, cunde la preocupación después de que cientos de miles de salmones tratados con altas dosis de antibióticos hayan escapado de un criadero cerca de la isla de Huar, a unos 20 kilómetros al sur de Puerto Montt.
Greenpeace ha alertado de un potencial desastre medioambiental de consecuencias gravísimas. Entretanto, pescadores locales están capturando los peces huidos, por cuenta de la empresa noruega Marine Harvest, dueña del criadero, o para hacer negocio, a pesar de que el Gobierno ha alertado de que no son aptos para consumo humano.
"Vimos que estaban sacando el pescado bien fresco y por eso decidimos comprarlo", dice una vecina mientras su hijo muestra el enorme salmón que acaban de adquirir.
"Hay un montón de gente que está aprovechando esta oportunidad de comprar salmón barato, ya que el salmón lo encuentra aquí usted a precio de oro", comenta otro comprador.
El Gobierno chileno ha dado a la compañía noruega, que podría perder la concesión para operar, diez días para dar explicaciones de lo ocurrido y elaborar un plan de contingencia. Por el momento se han recuperado unos 200.000 salmones de los alrededor de los 800.000 escapados del criadero.