La polémica de antisemitismo en el seno del Partido Laborista británico ha crecido en las últimas horas tras el cruce de críticas entre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el líder de los laboristas, Jeremy Corbyn, sobre la violencia entre israelíes y palestinos a través de Twitter.
Cruce de acusaciones entre el líder de los laboristas británicos y el primer ministro de Israel a raíz de unas fotos de 2014 que muestran a Corbyn en un cementerio de Túnez.
"La colocación de una corona de flores por Jeremy Corbyn en las tumbas de los terroristas de la masacre de Múnich y su comparación de Israel con los nazis merece una condena inequívoca de todos", ha señalado Netanyahu.
Corbyn tacha las acusaciones de falsas y contraataca asegurando que lo que merece una condena "es el asesinato en Gaza desde marzo de más de 160 manifestantes palestinos por parte de las fuerzas israelíes, incluidos docenas de niños".
"Estuve allí", explica en una entrevista "porque quería ver el memorial levantado por todos los que han muerto en actos terroristas, en cualquier parte, algo con lo que tenemos que acabar. No se puede perseguir la paz con violencia. La única manera de conseguir la paz es con el diálogo", decía el líder de los laboristas.
No es esta la primera vez que Corbyn, que apoya abiertamente la causa palestina, ha sido acusado por distintos sectores de antisemitismo, acusación que su partido niega.