El ministro del Interior italiano impide su desembarco y exige que sean distribuidos en países de la UE
Han llegado a puerto, pero no tienen derecho a pisar tierra. Los 177 inmigrantes rescatados en el Mediterráneo por los guardacostas italianos están en Catania, tras cinco días de espera, hasta que este lunes se autorizó al barco Diciotti a atracar en el puerto siciliano. De momento, no saben cuánto tiempo deberán permanecer a bordo ni cuál será su destino.
La portavoz de Save the Children, Giovanna Di Benedetto, ha alertado de la vulnerabilidad de los migrantes, entre los que hay 34 menores: "No es posible que se tome a las personas como rehenes. Es una situación que debe ser resuelta a nivel europeo, pero hay personas a bordo, hay personas muy vulnerables, que han hecho un viaje muy difícil y han estado en cárceles libias... Fueron torturados y sufrieron todo tipo de violencia".
El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, exige que los 177 inmigrantes sean repartidos entre diferentes estados miembros de la Unión Europea (UE).
La portavoz de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en el sur de Europa, Carlotta Sami, ha pedido su desembarco inmediato para que puedan "recibir asistencia y pedir asilo", recordando que es su derecho. Lo mismo han pedido varias asociaciones y movimientos de la ciudad de Catania.