Moscú insiste en que las maniobras no van dirigidas contra nadie. Occidente las interpreta como una advertencia. Y China justifica su participación con el pretexto de la estabilidad en Eurasia.
El Kremlin saca músculo militar en su cuarta jornada de las maniobras militares Vostok 2018, las mayores desde la Guerra Fría.
La estepa siberiana es el escenario de estos ejercicios militares en los que también participan los Ejércitos chino y mongol.
Una impresionante tormenta de acero con el telón de fondo de la escalada de tensión entre Rusia y Estados Unidos, en escenarios como Siria.
"Muchos analistas se preguntan si estas maniobras no son una advertencia a nivel geopolítico. Estos ejercicios militares de la alianza entre Rusia China no van dirigidas contra ningún país en concreto. Pero lo que se juega en Zugol envía una señal de carácter distinto a un lado y otro de Rusia", explica Galina Polonskaya, enviada especial a Siberia.
En las maniobras participan 300.000 soldados, 36.000 vehículos, 1.000 aeronaves y decenas de barcos.
La OTAN ha denunciado estos ejercicios, al considerar que "Rusia se centra en preparar un conflicto militar a gran escala".
Jonas Parello-Plesner, analista político del Hudson Institute, explica cómo se perciben estas maniobras desde la televisión estatal china:
"La televisión china muestra sobre todo a Xi Jing Pin en el foro económico de Vladivostok. Y pone más énfasis en la construcción de infraestructuras que en las maniobras militares. Sin embargo, cuando mencionan las maniobras militares, se refieren a ellas como un medio para mantener la paz en la región. Y es que China no quiere ser vista en un eje con Rusia y contra Estados Unidos y Occidente".
Moscú insiste en que las maniobras no van dirigidas contra nadie. Occidente las interpreta como una advertencia. Y China justifica su participación con el pretexto de la estabilidad en Eurasia. Estas controvertidas maniobras prosiguen hasta el 17 de septiembre.