El canciller austriaco, Sebastian Kurz, cuyo país ostenta la presidencia rotatoria de la Unión Europea, ha pedido en París el apoyo del presidente francés, Emmanuel Macron, para la celebración de una cumbre africana que tendrá lugar en diciembre en Viena.
A tres días para la Cumbre informal de la Unión Europea consagrada a la immigración, el canciller austriaco, Sebastian Kurz, cuyo país ostena la presidencia rotatoria, ha marcado las prioridades de su agenda durante su visita a París.
Kurz ha anunciado una cumbre Unión Europea-África para diciembre mientras que el presidente francés, Emmanuel Macron, ha insistido en argumentos conocidos, sin ocultar el espinoso asunto de las expulsiones.
"Sobre este tema pienso que podemos avanzar de forma útil respetando nuestros valores sobre los que está fundada la Unión Europea, a la vez con un mejor control de las llegadas, mejor protección de nuestras fronteras, con el refuerzo de Frontex y con el diálogo en particular con los países de tránsito y de origen pero además con una mejora de nuestra política de reconducción hacia los países de origen", de quienes son interceptados por las fuerzas de seguridad y no tienen "vocación" de obtener el asilo, ha dicho Macron.
"Los países que tienen las fronteras exteriores de la Unión Europea necesitan nuestro apoyo, nuestra solidaridad. Un apoyo y una ayuda de la Unión Europea que, por otra parte, también tienen que aceptar", ha comentado Kurz.
Austria con un Gobierno de coalición formado por conservadores y por la ultraderecha quiere desmarcarse de las posiciones más radicales, que representan Hungría o Italia. Sin embargo, su prioridad es luchar contra la immigración "reforzando" las fronteras exteriores.