Medir y entender el viento: Aeolus

En colaboración con ESA - The European Space Agency
Medir y entender el viento: Aeolus
Por Jeremy Wilks
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El satélite europeo Aeolus está en órbita vigilando, midiendo e informando sobre los vientos que recorren el planeta. El mapa global del viento es una primicia, muy útil para los meteorólogos y para pronosticar cambios en el clima.

Un nuevo satélite europeo, llamado Aeolus va a medir el viento desde el espacio, por primera vez. Un avance considerable para mejorar las predicciones meteorológicas.

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El sa´telite de la Agencia Espacial Europea: Aeolus, fue lanzado por el cohete Vega, desde la Guayana francesa, a finales de agosto. El pulso de sus primeras semanas en el espacio se mide desde tierra en el Centro Espacial Andøya, situado en la costa norte de Noruega. Los científicos del mismo se encargan de calibrar y validar los datos que se están recibiendo desde este satélite.

Anne Grete Straume forma parte de Andøya. Explica que "Aeolus está dando la vuelta a la Tierra en este preciso instante. Se mueve del polo norte al polo sur y viceversa, en una órbita llamada órbita polar. Y mientras se mueve alrededor de la Tierra, la Tierra gira sobre sí misma. Aeolus gira alrededor del globo 16 veces al día, realizando mediciones".

El satélite europeo utiliza un sistema láser denominado lidar para medir la dirección y velocidad del viento a lo largo de su órbita. Ninguna misión espacial lo había hecho antes.

Pero cualquier tipo de medición en el espacio tiene que tener un referente en tierra. El equipo de científicos, aquí en noruega, trabaja en un observatorio atmosférico plagado de instrumentos, situado en el Círculo Polar Ártico. Los datos que se recogen aquí desempeñan un papel primordial en la calibración y validación de las mediciones de viento, desde el espacio.

Es un lugar único. Michel Gausa es el director científico de este centro. "Este observatorio está situado a 69 grados al norte. No hay otros más septentrionales, capaces de realizar mediciones con Aeolus. Esta es la única estación que realiza mediciones "Lidar" sobre la velocidad y dirección de los vientos, en esta latitud, en el hemisferio norte."

Estos dos telescopios del Instituto de Física Atmosférica de Liebniz funcionan de forma similar al satélite Aeolus. Utilizan láseres para observar el viento. Los datos procedentes de estas mediciones pueden compararse con los que Anne Grete Straume y su equipo obtienen con la misión Aeolus. "Es muy importante entender o comprobar que las medidas del satélite, que estamos realizando, son correctas para todo tipo de clima, ya haya tormentas o buen tiempo. Necesitamos disponer de elementos de comparación con las medidas que obtenemos desde tierra, en todo tipo de condiciones climáticas. Por eso no basta con medir de vez en cuando y comparar. Es importante realizar mediciones, continuamente".

También se utilizan otros tipos de datos para medir la precisión de los instrumentos de Aeolus, incluyendo las lecturas de las medidas procedentes de globos sonda. Aquí se lanzan dos veces al día y se recogen datos locales precisos, correspondientes a: la velocidad del viento, la temperatura y la humedad, que son la base de cualquier previsión meteorológica.

Ingrid Hanssen, ingeniera comenta desde el centro de Noruega que obtienen "mediciones in situ del viento. Es muy importante para calibrar y validar las mediciones procedentes del satélite. Podemos saber si estamos midiendo en aproximadamente la misma área. El globo sonda flotará a merced del viento, pero sabemos que la cobertura general es similar y podemos comparar las medidas del satélite y las del globo".

Aeolus no está sólo, otros satélites meteorológicos observan la temperatura y la humedad desde hace décadas. Sin embargo, hasta ahora, no existía un sistema de medidas planetario para medir los vientos. Podemos ver las nubes, pero no el aire moviéndose en la atmósfera.

Aeolus, crucial para entender el cambio climático

El viento ha sido hasta ahora la pieza que faltaba en rompecabezas meteorológico, tal y como explica Lars Isaksen del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio: "Algunos de los errores más graves en las previsiones meteorológicas ocurridos en los últimos cinco años han estado relacionados con nuestra falta de conocimientos de los vientos en los trópicos. No tenemos información alguna sobre el viento por encima de los océanos. Del Pacífico Sur no tenemos ninguna información sobre el viento y del Atlántico, muy poca."

Los nuevos datos aportados por Aeolus serán procesados y corregidos en este centro, situado en Gran Bretaña, antes de facilitárselos a las personas encargadas de los pronósticos del tiempo.

Ahora bien la misión de Aeolus está aún en fase de prueba. Isaksen recuerda que "aún no sabemos si va a funcionar. Y después, si todo va bien, lo pondremos en nuestros modelos de predicción meteorológica digital, para mejorar y comprender el "estadio inicial", es decir el tiempo de hoy que es algo muy importante para las predicciones metorológicas. Todo depende del tiempo de hoy, entonces después se integra un complejo modelo matemático que nos facilita la previsión del tiempo en los próximos días."

Aeolus puede medir la velocidad del viento y su dirección desde la superficie terreste y hasta 30 kilómetros de altitud. De momento parece que su sofisticado láser está funcionando como estaba previsto. Grete Straume, desde Noruega, es optimista: "Hace tan sólo unas semanas que se realizó el lanzamiento. Hemos empezado a comprobar el satélite, los instrumentos, lo hemos encendido y estamos comenzando a obtener datos que se asemejan a los que obtendremos con el producto final. Es realmente emocionante".

De cara al futuro, cuando los científicos hayan reunido varios años de datos sobre el viento, utilizarán Aeolus, para analizar las tendencias del clima a largo plazo. Straume subraya que "en un clima cambiante como el actual, la diferencia de temperatura entre el ecuador y los polos es cada vez menor. Esto está modificando la forma en la que el viento fluye por la atmóspera y transporta la energía. Vamos a estudiar esto con detalle y así seremos caoarces de obtener datos más precisos sobre cómo cambiará el clima en el futuro."

Fuentes adicionales • Aurora Vélez

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