La visita del secretario de Exteriores británico a Birmania incrementa la presión sobre el país por el tema de los rohinyá
Visita espinosa la del Secretario de Asuntos Exteriores británico Jeremy Hunt, a Birmania: apenas dos días después del informe de la ONU que detalla en 444 páginas todos los abusos cometidos por el país contra los rohinyá donde se habla de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio.
Tras visitar Rakáin, la provincia donde más tropelías contra esta etnia se han cometido, según el organismo internacional, se ha citado con la una vez intachable Aung San Suu Kyi.
"Hablé con ella de la importancia de denunciar para que haya un proceso de justicia. Pero debemos recordar que ella no controla a los militares del país, y que la persona con la que quería encontrarme, pero no estaba preparada para hacerlo, es el comandante en jefe Min Aung Hlaing", dijo Hunt.
La Nobel de la Paz Suu Kyi ha sido duramente criticada por sus repetidas declaraciones en las que negaba o devaluaba los crímenes contra los rohinyá.
La visita de Hunt añade más presión sobre la junta que gobierna la antigua Birmania. El Parlamento canadiense votó por unanimidad calificar los crímenes contra los rohinyá de "genocidio" tras el informe de la ONU.