Junto con Estados Unidos y Hungría, el pais centroeuropeo es el tercero que muestra reticencias a aprobar un acuerdo no vinculante al que 192 de los 193 paises de la ONU dieron su visto bueno
Austria no quiere comprometerse en asuntos relacionados con ia inmigración. El país, que actualmente ocupa la presidencia de turno de la Unión Europea y en cuya coalición de Gobierno esta formada por el Partido Popular (ÖVP) y el ultranacionalista Partido Liberal (FPÖ), ha descartado formar parte del Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular propuesto por la ONU y cuya reunión tendrá lugar en Marruecos los próximos 10 y 11 de diciembre.
"Hay algunos puntos que vemos de manera crítica y donde tememos una amenaza a nuestra soberanía nacional", ha manifestado el canciller general de la república transalpina, Sebastian Kurtz. Entre las críticas al documento de Naciones Unidas, se señalan las posibles limitaciones de las fuerza de seguridad a la hora de deportar inmigrantes, la falta de diferenciación entre legales e ilegales entre estos últimos o el derecho a la reagrupación familiar.
El vicecanciller del FPÖ, Heinz-Christian Strache, ha sido aun más extremo en sus planteamientos: "No puede haber ningún derecho a migrar debido al clima o la pobreza, pues tendríamos en este mundo un desarrollo que no sería compatible con una política realista.". En total, el Ejecutivo ha rechazado 17 de los 23 puntos que plantea el escrito.
192 países de los 193 que forman la ONU suscribieron el documento. Solo Estados Unidos quedó fuera en un primer momento, aunque posteriormente también Hungría advirtió que no suscribiría el acuerdo no vinculante. Austria, en cualquier caso, ha manifestado que su decisión no tiene porqué afectar a sus competencias en el seno de la Unión Europea.