La importancia geoestratégica del estrecho de Kerch es enorme. Desde la construcción del puente que une Rusia con Crimea, el Kremlin lo ha utilizado como arma política y económica para asfixiar los puertos ucranianos del mar de Azov y beneficiar a los rusos.
El estrecho de Kerch es una pequeña franja de mar con una gran importancia estratégica. Estas aguas turbulentas han sido durante mucho tiempo fuente de disputas entre Ucrania y Rusia, y el último incidente registrado se enmarca en la enorme tensión que persiste entre ambos países desde que Rusia se anexionó la península ucraniana de Crimea en 2014.
El estrecho comunica el mar de Azov con el Mar Negro, y constituye un eslabón vital en la cadena que enlaza Rusia con el Mediterráneo.
Un elemento clave en la consolidación del poder de Moscú tras la anexión de Crimea fue la construcción del puente de Kerch, que cruza aguas internacionales, según pactaron Moscú y Kiev en el año 2003. El Presidente Putin dijo que esta obra faraónica serviría para integrar el territorio en la red de transporte de Rusia, pero lo cierto es que le otorga el control final de todas las rutas marítimas de entrada y salida del Mar de Azov.
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Desde la inauguración del puente de Kerch, la pasada primavera, Rusia lo ha utilizado como arma política y económica. Alegando razones de seguridad, las autoridades rusas someten a largas inspecciones, que pueden durar varios días, a los barcos mercantes que pasan bajo el puente con destino a los puertos ucranianos del mar de Azov. Las autoridades locales ucranianas acusan al Kremlin de querer asfixiarlas económicamente en beneficio de los puertos rusos de Taganrog, Rostov o Yeisk.
Con la marina rusa como fuerza dominante en la región, Ucrania se queja de que el puerto de Mariupol está de facto bloqueado. El tráfico ha vuelto a fluir libremente en el Estrecho, pero los marineros ucranianos siguen detenidos en Rusia y el incidente se suma a las muchas heridas abiertas en la región desde que Kiev decidió distanciarse Moscú hace ya 14 años, con el triunfo de la Revolución Naranja.
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