La 'ley de la esclavitud' enfurece a los húngaros

La aprobación de la conocida como "ley de la esclavitud" ha provocado una ola de protestas en Hungría. En Budapest, la multitud agolpada frente al Parlamento fue reprimida por la Policía con gases lacrimógenos. Los enfrentamientos se repitieron en la sede del Fidesz, el partido gobernante, donde los manifestantes trataron de entrar.
La polémica reforma para liberalizar el mercado laboral fue aprobada el miércoles en el Parlamento gracias a la mayoría de dos tercios del Fidesz, el partido nacionalista de derechas del primer ministro Victor Orbán, y pese a los intentos de la oposición de bloquear la votación.
Actualización: Aumentan las protestas por la "Ley de la Esclavitud" en Hungría
400 horas extra al año que pueden ser pagadas 36 meses después
La nueva ley permite, entre otras cosas, que un trabajador haga hasta 400 horas extra al año, frente a las 250 permitidas hasta ahora, y autoriza a las empresas a pagar esas horas hasta 36 meses después de haber sido trabajadas. En teoría, las horas extra son voluntarias, pero en la práctica, por miedo a perder su empleo, algunos trabajadores se podrían ver forzados a trabajar 6 días por semana.
"Hoy en el Parlamento prácticamente pusieron el último clavo en el ataúd de la democracia, lo que hicieron fue el último paso en la construcción de un estado de partido único", denunciaba en medio de la protestas Miklós Hajnal, portavoz del movimiento Momentum.
Budapest se convirtió el miércoles por la noche, tras la aprobación de la ley, en una olla en ebullición. Los manifestantes contra la "ley de la esclavitud", reunidos ante el Parlamento, marcharon por la ciudad hasta la sede del Fidesz. Allí dos chicas se subieron a un balcón donde hicieron ondear la bandera húngara junto a la de la Unión Europea. La multitud también bloqueó el Puente de las Cadenas, uno de los símbolos de Budapest.
Después de la masiva protesta espontánea de este miércoles este jueves se ha convocado una nueva protesta frente al Parlamento que se espera aún más concurrida.
La política de Orbán exaspera en la Unión Europea, pero hasta ahora no había provocado en Hungría tanto rechazo de grupos sociales tan diferentes.
Las protestas se han repetido todos los días.
En la madrugada del lunes 17 de diciembre los manifestantes acudieron a la TV pública. Porque el día anterior habían impedido la entrada a los diputados de la oposición y para exigirles que lean su comunicado.
Durante todo el fin de semana los manifestantes han conseguido mantener la tensión. Además crecen las llamadas de los húngaros expatriados en toda Europa.
Los sindicatos se reúnen mañana para decidir cómo continuar el movimiento. La ley todavía tiene no ha sido firmada por el presidente.