La violencia empaña la victoria de la primera ministra de Bangladesh. El partido gobernante de la primera ministra Sheikh Hasiva ha arrasado en las urnas en una jornada electoral que ha acabado con 19 muertos. La oposición califica los comicios de "farsa".
La violencia y la represión han marcado las elecciones celebradas en Bangladesh, en las que el partido de la primera ministra, Sheikh Hasina, ha conseguido una aplastante victoria.
La jornada ha terminado con al menos 19 muertos en enfrentamientos. La oposición tacha de "farsa" estos comicios y exige su inmediata anulación.
De hecho, se ha llegado a estas elecciones con miles de militantes de la oposición encarcelados, entre ellos, Khaleda Zia, exjefa de gobierno y enemiga jurada de la actual gobernante.
En ese clima, la Liga Awami de la primera ministra Sheikh Hasina ha obtenido al menos 287 de 300 escaños en juego y se asegura su tercer mandato consecutivo.
Hasina goza de una gran popularidad porque bajo su gobierno el país ha entrado en una senda de fuerte crecimiento económico. Sin embargo, sus detractores la describen como una autócrata, que ha impuesto una censura draconiana y reprimido sin ambages a la disidencia.
La principal formación opositora, el Partido Nacionalista de Bangladesh, solo ha obtenido seis escaños.
Para Kamal Hossain, figura política y "padre" de la constitución bangladesí, se impone la celebración de unas nuevas eleciones.
"Ha muerto gente asesinada, otros han sido arrestados, candidatos han sido arrestados. Lo ocurrido no tiene precedentes, es inimaginable -dijo Hossain en rueda de prensa-. Ni siquiera es un mal sueño, es una pesadilla. No puedo creer que, después de 47 años de Independencia de Bangladeh, tenga que ver y oír. Es imposible".
Estas elecciones han sido las undécimas desde la independencia de Bangladesh en 1971. La ONU y Estados Unidos también se cuestionan la credibilidad del proceso electoral, mientras el Gobierno niega las acusaciones y defiende sus resultados.